Ayer en una plática de café con un amigo, tomamos el tema de la pasión y recordaba las palabras de Tom Bilyeu que dicen algo como: la pasión es algo que traemos dentro pero nos cuesta reconocerla y demostrarla.
En otras palabras en la perspectiva de Bilyeu hay algo internamente que sabemos existe pero en ocasiones tenemos temor a demostrar y es así que buscamos una serie de caminos para encontrar explorar lo que está frente a nuestros ojos pero negamos.
Lo que me preguntaba era por qué si la pasión es algo que tenemos frente a nosotros, recurrimos al proceso de negación y la mantenemos oculta. La respuesta simple que doy, es la siguiente: por miedo.
Es el miedo a encontrarnos con la posibilidad de mostrar nuestro potencial pues al momento de conocer nuestra pasíón hasta cierto punto se nos agotan las excusas que nos han mantenido en un estado de inacción. Sí, hasta ese momento donde está todo oculto damos cuenta de que estamos en una búsqueda y si no hemos tenido los resultados esperados no es por otra cosa sino porque lo que hemos decidido no es lo nuestro pero cuando lo encontremos, decimos, entonces ya verá el mundo de lo que soy capaz.
Es así que lo anterior se vuelve un cuento de no acabar y nos enlazamos en actividades lejanas a lo nuestro que no deseamos dejarlo salir para brillar.
La otra perspectiva, la de mi amigo, es que la pasión es algo que uno crea, es algo en lo que debes trabajar constantemente que te va llenando como persona y permite crecer.
Al final del día, lo que aprendí es que cualquiera de los dos caminos se han recorrido y han llevado a los conductores a encontrar su pasión y vivirla sinpretextos. ¿Cuál es tu pasión?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Una historia de números y encuentros mágicos (Cuento)
Había una vez una joven de nombre Lourdes, cuyo corazón latía al ritmo de la escuela. Sus notas destacaban siempre por su excelencia, result...
-
Había una vez una joven de nombre Lourdes, cuyo corazón latía al ritmo de la escuela. Sus notas destacaban siempre por su excelencia, result...
-
Érase una vez en un pueblo muy limpio, donde al fondo de una de sus calles, se veía a un niño con poca ropa. Su nombre, Roberto. El niño ve...
-
Quiero tus tiernos y hermosos ojos ver como los ví la aquella noche de abril bajo el solitario y callado balcón que se volvió cómplice de n...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario