sábado, diciembre 01, 2018

Cuando se espera nada de aquella esperanza

Se aproxima el cambio de gobierno, un partido de izquierda remplaza a un partido de centro derecha que ha sustentado el poder en el país por muchos años pero que ha mantenido, por conveniencia, al pueblo ignorante pero ese pueblo ignorante ha sido el que ha llevado al de izquierda al poder, así son las cosas.

Nadie sabe para quien trabaja.

La cuestión es que el cambio se da en un país muy divido en donde uno es el bueno, otro es el malo representado en varios aspectos por el pobre vs. el rico, el blanco vs. el indígena, el patrón vs. el obrero.

Esta es una división que a largo plazo ayudará a perder pues como dijo Felipe II de Macedonia “divide y vencerás”.

Esta división abonará solamente para aquellos que vean en esa situación de encono una oportunidad para ganar pues a “río revuelto, ganancia de pescadores”.

Si es así. ¿A quién le conviene más esa división? ¿Tendrá la ganancia el pobre y dejará éste de serlo? ¿El indígena reivindicará su posición y obtendrá el respeto que merece no por ser indígena sino por ser una persona?

Esperaría que así fuera, pero la historia nos marca pocos hechos en donde lo anterior haya ocurrido.


Cuando el equipo está divido, resulta difícil pensar que se llegue al triunfo.

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