Piensa en una actividad en la que eres bueno. Algo que haces muy bien y por lo que crees la gente te pagaría.
Seguro estoy que ya tienes en tu cabeza la idea.
Cuando sugiero que inicies tu negocio ahora, no implica que simplemente salgas a la calle y ofrezcas tus sevicios sin al menos leer y consultar experiencias de otros para formarte una idea de cómo pudiera funcionar tu negocio y así tener más posibilidades de éxito.
Lo que sugiero es que no permanezcas en el sillón dándole vuelta al asunto y buscando más los pretextos por los cuales no deberías iniciar algo en lugar de ver las oportunidades por las cuales debes de comenzat y beneficiar a todos quienes en un momento dado necesiten lo que ofreces sea un producto o servicio.
Y la lista de pretextos puede ser larga. Empezamos por ejemplo, con la cuestión de dinero. Pensamos que para iniciar un negocio éste es neceserio y en la mayoría de las veces no es el caso. Es posible comenzar un negocio sin dinero, se trata de inventiva antes que de recursos.
Otra excusa es la falta de experiencia. Asumimos en ocasiones que las empresas grandes empezaron con ese tamaño y con la experiencia de año. La realidad es que muchas comenzaron desde pequeñas y a través del tiempo fueron madurando.
Si tienes cualquiera de las dos excusas anteriores, te puedo decir que son simplemente eso: excusas y te aseguro que si logras ver más allá y te enfócas en los resultados, tus planes florecerán.
¡Adelante! Empieza hoy.
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