El problema es la falta de acción y es que si pensamos en todo a cantidad de ideas que hemos generado en nuestras vidas, la lista sería muy larga. Tan larga tal vez, que preferiríamos no leerla en una sola sentada sino irla administrando como si fuese un libro lleno de sabiduría que tenemos que digerir poco a poco.
En términos generales, somos muy buenos para crear soluciones. Piensa cuando un amigo te pidio un consejo, por ejemplo. Seguramente le diste toda una cátedra de lo que podría hacer, o sea generaste una idea que el no tenía. Y así como éste, una serie de oportunidades has tenido para descubrir diferentes caminos. Sin embargo el problemas es por segunda ocasión, la falta de acción.
Ante un problema o una oportunidad, tenemos una serie de soluciones pero el que éstas funcionen depende de cómo las entendemos y las aplicamos. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros aún cuando somos muy brillantes, preferimos permanecer en nuestra zona de confort y evitar experimentar lo que nuestra idea pudiera producir.
Yo te invito a que tomes acción. Que tomes una decisión y empieces a tomar pequeños pasos para que tu idea se vuelva tarde o temprano realidad. No desesperes pues un manzano nunca dio fruto al siguiente día de plantado pero la perseverancia mostró que al pasar del tiempo, la fruta llegó.
Toma acción y verás que tus ideas no son bromas, sino plantemientos positivos para crecer y mejorar. De ti depende moverte del sueño a la realidad.
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