¿Que pasaría
si en tu siguiente viaje dejaras tu cámara fotográfica y de video en tu casa?
Sí, irías a un lugar nuevo queriendo captar imágenes, pero se te olvidó la
cámara.
¿Te produciría
esta situación ansiedad? Tal vez sí. Las fotografías te permiten regresar a ese
lugar al cual físicamente posiblemente nunca regresarás.
on las
cámaras de foto y lo video herramientas modernas para poder satisfacer esa
necesidad de tener algo por tiempo más largo que el que nos ofrece la visita a
un lugar en específico.
De no tener
nuestra cámara ¿cuál pudiera ser una alternativa para que no solamente captemos
una imagen por unos segundos, sino que realmente esa imagen quede en nuestra
mente?
La solución
pudiera se sentarse y tratar de dibujar lo que uno tiene enfrente. ¿Dibujar? Te
dirás: no lo he hecho desde que estaba en el jardín de niños.
La idea no
es una cuestión para arquitectos, artistas o diseñadores.
No se trata
de probar que tan buen dibujante eres pues si así fuera y criticáramos las
fotos que tomamos desde un punto de vista profesional, seguramente muchas de
ellas no llegarían a los parámetros que nos ponemos cuando dibujamos y aun así
seguimos tomando una gran cantidad de fotos constantemente.
Es curioso,
parecería que el dibujo nos expone pues es algo que sale directamente de
nosotros mientras con la fotografía, aunque sea nuestra, tiene un elemento que parecería
tomar la responsabilidad de la acción: la cámara.
El punto es
que dibujar lo que tenemos frente a nosotros posiblemente nos permitirá ver
detalles que de otra manera pasarían desapercibidos y lograr que esa imagen
realmente permanezca con nosotros.
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