Sus pequeñas manos hicieron
un platillo realidad
colmado estaba de deseos
fue recibido con bondad.
Cada bocado ayudó
a llenar ciertos espacios
primero mi corazón
gracias ¡provecho, mi amor!
Había una vez una joven de nombre Lourdes, cuyo corazón latía al ritmo de la escuela. Sus notas destacaban siempre por su excelencia, result...
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