El silencio de oro
ayuda a
encontrar
momentos divinos
para reinventar.
Reinvento mi actuar
tal vez mi andar
quiero ser otro
mi mundo cambiar.
Me ha pesado mucho
seguir trabajando
haciendo lo mismo
sin sentido, sin lugar.
Había una vez una joven de nombre Lourdes, cuyo corazón latía al ritmo de la escuela. Sus notas destacaban siempre por su excelencia, result...
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